miércoles, 17 de marzo de 2010

Vos, él, ellos, yo y todos!

   Partiendo de la existencia de las famosas barras bravas como punto neurálgico para intentar mostrar que todos tenemos la responsabilidad y debemos asumirla en vez de mirar para otro lado: La violencia, el fútbol y todos los hijos de re mil putas (?) que contribuimos a matar al deporte más lindo del mundo.

¿Por qué? ¿Qué es lo que pasa? 
Las barras están porque las dejan estar!
   Es toda una estructura de poder que se ha consolidado y establecido a través de los años. Las denominadas barras bravas se han consolidado de tal manera que ya son reconocidas como una parte más del ambiente del fútbol. Las barras son capaces de retrasar partidos, son por quienes se debe correr, organizar o modificar los partidos por temor de que se crucen y se arme goma (?). 
   Poco a poco han ido tomando protagonismo a través de su crecimiento a partir del uso de la violencia física, para imponer condiciones tales como exigir y lograr que tal jugador este presente, que tal otro salga, apurar cambios de Dts, etc. 
   Las barras, hoy en día han llegado a tomar importantes posiciones políticas en los clubes, apoyando a determinados candidatos, siendo claves en un primitivo (y no tanto) clientelismo político por el que logran acceder a determinados beneficios como lo es conseguir plata, entradas, refugio, prestigio y hasta puestos laborales en sus clubes (!) 

Vos, él, ellos, yo y todos:

   Nosotros tenemos una porción de responsabilidad por abrirles un lugar en la tribuna (ok, si no, nos cagan a piñas, pero esta tan naturalizado que nadie se da cuenta!) por tenerlos como símbolos hasta al punto de alentarlos, seguirlos y verlos como ídolos (???). 
Personas, simpatizantes, hinchas pidiéndole autógrafos a capangas de las barras, pero a la vez, los cholulos son los mismos que después, cuando pasa algo, dicen "Uhhh, estos inadaptados, estos enfermos!!". Claro, pero los domingos cantamos "Ehh son todos putos los borrachos del tablón"
Son los mismos los que dicen que no se puede ir a la cancha por la violencia reinante que los que enseñan a sus purretes a decir "San Lorenzo capo, Huracan puto" y, encima, se ponen re orgullosos de los logros de sus niñitos.

   Los dirigentes de los clubes son culpables de hacer oídos sordos, de negar la realidad y hasta de utilizar a las barras como fuerzas del club, para ganar votos, adhesiones, hacer campañas, tenerlos como patovicas a cambio de unas migajas, una entradita, el pancho, la coca y algo más también. 
   Los dirigentes, más allá de los clubes, es decir Coprosede y demás entidades, por habilitar canchas paupérrimas (lease Independiente) por negociar por izquierda, por hacer arreglos, en fin; hacer las cosas de mal tirando a impresentable.
   La AFAo el kioskito de Don Julio donde Grondona maneja toda la misma mafia desde hace treinta años, a dedo de rey, poniendo y sacando marionetas que le son funcionales a sus interese. Estrategicamente moviendo todo a piaccere y amén de que, honestamente, le chupa bien un huevo (!) si se mueren dos, ocho o veintidós tipos en una avalancha, en un choque entre hinchadas o contra la policía misma. Policía que es mal designada, que no esta capacitada para prevenir, que solo reprime, que no puede siquiera armar caminos alternativos para que no haya disturbios. Policía más corrupta que todos los mencionados juntos, porque pacta con las barras, porque busca reprimir y se divierte haciéndolo.

   Los jugadores y la concha de sus madres "lo má puro que tiene el fulbo", mamadera! 
   Si los jugadores son puros, te pinta de cuerpo entero lo que es el resto. Jugadores que tranzan con barras, les dan plata, les hacen favores, les financian sus fechorías (?) pero que después se indignan si hay cuatro chaboncitos (?) en el alambrado y no pueden jugar. Jugadores que van para atrás porque los vienen a apretar en la semana (Nobleza obliga, algunos se les plantan y se les va la mano..) y demás actitudes que empañan el normal desarrollo del juego y sus vicisitudes.

   Los medios de comunicación que dan vía libre; hacen que estos sujetos tengan espacio en la pantalla como afirme antes o. simplemente, por el solo hecho de hablar de ellos como si fuesen una parte destacada del espectáculo, terminan por darle una importancia que no merecen ni de la que son dignos.
Periodistas que dan cámara, muestran y repiten el proceder de estos muchachos como si lo que hacen fuese la actividad de madres que mantienen un comedor comunitario. Para muestra basta un botón.
   Es decir, uno cuando ve la TV y hacen planos de la cancha, del estadio se debería poder decir: "mira que lindo el color, los bombos y la pasión" y no: "Che boludo, ahí esta el Pillin, que chabón! Esta re loco y mira como los hace cantar a todos". Un capo eh! (?). Pero a esto nos inducen los medios que en vez de denunciar como corresponde, llegan a cierto punto en que, les hacen el juego mostrándolos como símbolos de algo que no son.

   Por último y no menos importante, los dirigentes políticos a nivel nacional que usan a las barras como estandartes de sus acciones, que pretenden hacer que no haya más violencia por hacerlos usar paraguitas pelotudos (?) con una anti A (?). A la vez que, off the record, los contratan, negocian y chamuyán como cualquier corrupto (Ven, esto ya esta mal, no debería ni remotamente existir la posibilidad de ser corrupto, pasa que...)
   Dirigentes que tendrían que manejar los hilos del país (y no de ahora eh!) pero que se sientan a negociar con estos sujetos entregándoles dinero (Si, guita!!!!) para que viajen, vayan al Mundial, hagan banderitas y compren bombos y todo pipí cu-cu "Ayy si, mira que linda la banda argenta en el mundial, cuantos somos, como copamos, somos los mejores y los más porongas y encima cagamos a piñas a los suecos, que bravos estos muchachos"

   En fin, para ir al punto; se trata de una cuestión sumamente estructural, socialmente y culturalmente aprehendidas, que ya se ha naturalizado en las prácticas cotidianas. 

-Ya nos parece normal no tomar el 29 cuando juega River porque la barra lo copa y se lo adueña para ir al Monumental. 
-Ya nos parece normal no ir a la cancha en determinados partidos (o no llevar a los pibes) porque están catalogados de peligrosos (!!)
-Ya nos parece normal que venga un guachito en el medio de la popu y, rodeado de miles de personas, nos afane impunemente.
-Ya nos parece normal estar metidos en toda esta locura loca en la que uno internamente sabe que ir a la cancha puede ser lo último que hagas en tu vida, o que un balazo de goma te saque un ojo. 

Nos tenemos que dar cuenta, como sociedad toda, que esto no puede seguir así. 
-Somos nosotros los perjudicados.
-Somos nosotros los que tenemos que pagar 30 mangos la entrada cuando un puñado de imberbes entra gratis. 
-Somos nosotros a los que nos prohíben ir de visitantes para, a priori, reducir la violencia, pero las barras va igual (!!)

Pero, la culpa no es del chancho, si no de quien le da de comer. 
Nosotros los creamos, nosotros les permitimos acceder al lugar que tienen entonces nosotros somos los encargados de hacerlos desaparecer. 
Para que el fútbol siga siendo.. Fútbol! Y siga teniendo en los apasionados por los colores, y tan solo por lo colores, como vos y yo, a su noble e importante condimento.



*Este escrito, desprolijo, a modo de ensayo totalmente personal surgió luego de leer este libro de este autor.

**Si, me indigné y estoy en modo ManuFyM ¿y? (?)








No hay comentarios: